En la tranquila localidad de Peine, situada en el extremo sur del imponente Salar de Atacama, se encuentra un hábil artesano cuyo nombre resuena en todo el valle: Juan Vargas. A lo largo de los años, Juan ha perfeccionado su arte trabajando con un material peculiar y valioso: la madera de cactus.

En esta región árida y deslumbrante, donde el sol y el viento danzan en un constante abrazo, la madera de cactus ha sido utilizada desde tiempos inmemoriales en la construcción de casas. Los tejados, puertas y ventanas de estas viviendas se han beneficiado de la resistencia y durabilidad que este material brinda.

El cactus que Juan emplea con maestría es conocido como cactus cardón. Este imponente ser vegetal se eleva majestuosamente entre los cerros y valles de la imponente Cordillera de Los Andes. Su presencia en el paisaje es una muestra de fortaleza y adaptación a las adversidades del entorno.

La recolección de la madera de cactus cardón es una tarea que requiere destreza y conocimiento. Juan, como todo artesano experimentado, entiende la importancia de comprender la maduración del cactus antes de su cosecha. Se familiariza con los signos que indican el momento adecuado para la recolección, asegurándose de obtener una madera de calidad óptima.

Una vez que el cactus cardón ha sido cuidadosamente cosechado, se inicia un proceso de secado fundamental. Juan sabe que el tiempo es un aliado en este paso crucial. La madera necesita un tiempo de secado adecuado para adquirir la resistencia y estabilidad requerida para su transformación en hermosos objetos y muebles.

Con paciencia y meticulosidad, Juan trabaja en su taller rodeado de herramientas y utensilios que se han convertido en una extensión de sus manos. Con cada corte, cada talla, cada pulido, el espíritu del cactus cardón cobra vida en las creaciones de Juan.

Su trabajo no solo es una manifestación del talento artístico, sino también un tributo a la rica tradición de la región. A través de sus habilidades y dedicación, Juan mantiene viva una forma de vida ancestral y preserva la esencia de una comunidad enraizada en la historia de los Andes.

La madera de cactus cardón, con sus vetas únicas y su singular belleza, encuentra su propósito en manos de Juan Vargas. Su compromiso con la artesanía y su profundo respeto por el entorno natural se reflejan en cada pieza que crea, uniendo pasado y presente en una fusión armónica.

En Peine, en el último rincón al sur del Salar de Atacama, Juan Vargas sigue forjando su legado como artesano. Su pasión por la madera de cactus y su devoción por preservar las tradiciones locales perdurarán en el tiempo, como las obras de arte que emergen de sus manos talentosas.