En las profundidades de la precordillera del Salar de Atacama, en la pintoresca localidad de Socaire, se erige un tesoro viviente del arte textil: Felisa Mora, una hábil artesana que ha dedicado su vida a la creación de piezas únicas utilizando la ancestral agüjilla de espina de cactus cardón.

El linaje de Felisa se entrelaza con las generaciones pasadas que, con esmero y devoción, transmitieron el arte de trabajar la lana a través de las espinas de cactus. La maestría de tejer se fusiona con la memoria viva de la recolección de estas espinas, un ritual donde la destreza y la paciencia se conjugan para cosechar este preciado material. Las espinas, una vez recolectadas, son sometidas al fuego, quemando sus puntas para prepararlas para el intrincado proceso de tejido.

Felisa Mora, con sus ojos llenos de historias y manos expertas, ha convertido este antiguo oficio en su sustento y legado. La lana, convertida en sus manos en auténticas obras de arte, no solo vistió a su familia en el día a día, sino que también se convirtió en una fuente de ingresos al ser comercializada en los mercados locales de la epoca.

En este rincón remoto de Chile, donde los paisajes áridos se encuentran con la destreza artesanal, Felisa Mora ha forjado un puente entre el pasado y el presente. Su habilidad para transformar las espinas de cactus en instrumentos de creación y su destreza en el arte del tejido son un testimonio vivo de la riqueza cultural que perdura en las manos de los artesanos. Con cada puntada, Felisa teje la historia de su pueblo y preserva una tradición que, de generación en generación, ha sido la columna vertebral de su comunidad.